CAMBOYA 5: templos de Sambor Prei Kuk

5 de diciembre de 2017 Aquel día teníamos por delante un largo viaje en bus desde Kratie hasta Kompong Thom. Contando con el transbordo que tuvimos que hacer en Skun, fueron mas de 7 horas. Llegamos a nuestro destino a media tarde, con el tiempo suficiente de visitar los templos preangkorianos de Sambor Prei Kuk. Como la noche anterior, aquella tampoco habíamos dormido muy bien. A las tantas de la madrugada llegaron unos turistas que no paraban de hablar alto y de hacer ruido. Y a las 5, la típica cantinela de los gallos (¡cuando todavía faltaba una hora para el amanecer!).
5 de diciembre de 2017
Aquel día teníamos por delante un largo viaje en bus desde Kratie hasta Kompong Thom. Contando con el transbordo que tuvimos que hacer en Skun, fueron mas de 7 horas. Llegamos a nuestro destino a media tarde, con el tiempo suficiente de visitar los templos preangkorianos de Sambor Prei Kuk.
Como la noche anterior, aquella tampoco habíamos dormido muy bien. A las tantas de la madrugada llegaron unos turistas que no paraban de hablar alto y de hacer ruido. Y a las 5, la típica cantinela de los gallos (¡cuando todavía faltaba una hora para el amanecer!). De todas formas, no nos podíamos quedar mucho mas tiempo en la cama, ya que a las 7:30 teníamos que coger nuestro bus de Sorya rumbo a Kompong Thom. Enseguida hicimos nuestras mochilas e hicimos el check-out en la pensión. Mientras esperábamos el bus nos comimos unas galletas para tener algo en el estómago. El día anterior habíamos comprado los billetes (10 USD por persona) y nos habían dicho que el bus nos pasaría a recoger por nuestra pensión (Le Tonlé). El bus llegó diez minutos tarde, y fue recogiendo a otros turistas de algunos hoteles de Kratie.
El viaje se nos hizo eterno, ya que las carreteras de este rincón del mundo no son muy buenas e íbamos muy lentos. El bus no era directo, teníamos que bajarnos en Skun y coger otro bus allí a las 10:45. Pero a la lentitud del bus hay que añadirle algunas pequeñas paradas que fue haciendo el conductor: en una bajó a comprar una especie mejillones gigantes y en otra, que nos estuvimos mas tiempo, se encaró a otro conductor y se apeó con intención de agredirle (se estuvo discutiendo con él un buen rato). Total, que al final llegamos a Skun a las 12. Preguntamos a un empleado de la compañía por nuestro bus a Kompong Thom y nos dijo que nos tendríamos que esperar… ¡dos horas! Nos quedamos blancos del susto, pero lo aceptamos con resignación. Aquel lugar era el mismo donde habíamos parado dos días antes, cuando fuimos a Kratie desde Phnom Penh, y disponía de un gran restaurante. Decidimos pedir un plato de arroz frito para compartir y un par de coca-colas para llenar un poco el estómago y pasar el tiempo.
Nuestro bus parado en Skun
La anterior vez Neus se había quedado con las ganas de probar los insectos asados que vendían en un puesto de la parada de Skun. Y como teníamos tiempo, se decidió a hacerlo. Compró diferentes bichos (1 USD), incluyendo grillos, larvas e incluso una enorme tarántula. Hicimos un video (que podéis ver mas abajo) para inmortalizar la experiencia. David no comió ninguno, no le parecían muy apetitosos, y suficiente tuvo con aguantar el móvil con el que lo grabamos todo. Neus disfrutó mucho probando los bichos, decía que fundamentalmente sabían a las especias con las que los habían frito. De hecho, en la parada conocimos a un chico húngaro que compró una bolsa llena de grillos y decía que estaban muy buenos.
Mientras Neus se deleitaba con sus últimos bichos, tuvimos la enorme suerte de ver aparecer un bus que iba hacia Kompong Thom. ¡Que alivio! Solo habían pasado tres cuartos de hora. Nos esperaba otro trayecto en bus, pero este se nos hizo un poco mas ameno. En la TV del bus pusieron una película de Jackie Chan de hace un montón de años, y aunque estaba en camboyano, era muy cómica y distraída. La carretera era mucho mejor, solo tenía un carril por sentido, pero era muy lisa y tenía grandes arcenes, por lo que el bus fue bastante rápido (es la carretera que une Phnom Penh con Siem Riep, las dos principales ciudades del país). De forma que en menos de dos horas estábamos en Kompong Thom. Al bajar enseguida nos asaltaron un enjambre de tuktukeros y gente que alquilaba habitaciones. Negociamos con uno que nos ofrecía ir a ver los templos de Sambor Prei Kuk (15 USD ida y vuelta, incluyendo la espera). Eran las 15 h y quedaban pocas horas de sol, ya que a las 17 h empieza a anochecer. Antes de visitar los templos, le dijimos que nos llevara a nuestro alojamiento para dejar las mochilas, la Vimean Sovann Guesthouse. Era un pequeño hotel cerca del centro, aunque en una calle lateral sin asfaltar. La habitación era muy espaciosa, algo básica pero limpia y con todo lo necesario. Una gran ventaja era que se podían comprar billetes de bus desde la recepción, un desahogo para cualquier viajero, que no se tiene que preocupar de ir a la parada de turno y lidiar con alguien que no entiende inglés. Lo único malo que encontramos era que no ofrecía servicio de desayuno. El precio era una ganga por lo que tenías a cambio, 15 USD (unos 12 €).
Nuestra habitación en K.Thom
No nos entretuvimos nada en la habitación, y salimos fuera donde nos esperaba el tuktukero de antes. El viaje hasta los templos fue largo aunque solo nos separaban unos 30 km, pero a velocidad de tuk-tuk eso equivalía a unos tres cuartos de hora. Sambor Prei Kuk (entrada 3 USD) es un conjunto de templos construido en el siglo VII, constituyendo uno de los mas antiguos de Camboya. De hecho, son anteriores a los famosos templos de Angkor (que veríamos al cabo de un par de días), y sus constructores se basaron en los diseños del Sambor Prei Kuk para construirlos. Estos templos se alzaron en la antigua ciudad de Isanapura, capital del imperio Chenla, que dominó gran parte de Indochina desde el siglo VI hasta el IX, en el que surgió el imperio jemer de Angkor.
Realmente son un conjunto de tres templos separados por una muralla que hoy en día se puede ver en algunos tramos. Empezamos por el Prasat Sambor, al lado de donde nos dejó el tuktukero (al resto se puede llegar caminando por la selva). Se considera que fue el templo principal del complejo y estaba dedicado a una reencarnación de Shiva. Al principio de la visita se nos unieron un grupo de niños que vendían artesanías, y pensábamos que al no comprarles nada se irían, pero no fue así y nos acompañaron durante toda la visita. El Prasat Sambor consta de un prasat o torre central rodeado por otros mas pequeños. Dentro de cada uno de ellos había estatuas, pero la mayoría se habían perdido. Las torres eran de ladrillo y se veían algo desmoronadas, pero se conservaban algunos de sus frisos y estatuas, aunque desgastados por el tiempo. Algunas de esas decoraciones las pudimos ver mas tarde en los templos mas antiguos de Angkor. Todo el complejo estaba casi engullido por la selva, y la práctica ausencia de otros visitantes le daba un aire misterioso muy auténtico.
Dos de los prasats del Prasat Sambor
Detalles de varios prasats, uno con un pozo de ofrendas (abajo dcha.)
Prasat central del Prasat Sambor
A continuación fuimos caminando hasta el segundo complejo, el Prasat Boram, mas conocido como Prasat Tao o templo de los Leones. Su nombre viene de un par de leones que custodian la entrada al principal prasat, y que constituyen todo un emblema del Sambor Prei Kuk. Aunque el prasat tenía algunos dinteles bellamente decorados, no se pueden comparar en estado de conservación al de los leones. Un poco mas alejados había otros prasats mas pequeños pero nosotros no fuimos a verlos.
Templo de los Leones, Sambor Prei Kuk
Los leones del Prasat Tao
El último grupo del complejo es el Prasat Yeai Poeun, compuesto de un gran número de prasats dedicados a Shiva. Aquí la sensación de ser unos intrépidos arqueólogos era mayor, ya que la selva rodeaba todas las torres y flotaba en el ambiente una especie de bruma que atenuaba la luz. Incluso se veían algunos árboles naciendo directamente de las ruinas. Los prasats tenían algunos relieves interesantes y en otros habían reconstruido sus dinteles para dar una idea de como fueron en el pasado.
Prasat Yeai Poeun
Prasats que emergen en la selva
En algo mas de una hora terminamos de visitar todo el Sambor Prei Kuk. En general nos gustó mucho, aunque hay que tener en cuenta que no es tan espectacular como los templos de Angkor. Tenemos que agradecer a Marta de El Diwan su ayuda para decidirnos a visitar estos templos. Su diario también nos fue muy útil para preparar toda la ruta en Camboya (es difícil encontrar diarios que no hablen solo de Angkor).
Volvimos con el tuktukero a Kompong Thom y cuando llegamos a la ciudad ya era de noche. Nos dejó en el hotel, donde descansamos y nos duchamos. Antes de ir a cenar compramos los billetes para el trayecto en bus del día siguiente a Siem Riep (6 USD). Después salimos a cenar, y en la calle principal enseguida nos llamó la atención la gran cantidad de puestos callejeros que había (cosa que nos encanta). Los que estaban mas cerca del hotel eran sobre todo de sopas, pero a nosotros nos apetecía algo mas sustancioso. Caminando un poco hacia al norte dimos con una especie de mercado nocturno donde había varios puestos de comida y bebida. En uno de ellos asaban pollos en espetón y no nos pudimos resistir la tentación. Pedimos uno pequeño (6 USD) y unas bebidas en otro puesto. Estábamos bastante famélicos, desde que paramos en Skun no habíamos comido nada, así que dimos cuenta de todo el pollo. Regresamos con el estómago lleno al hotel, aquella noche dormiríamos como unos benditos.
Nuestra cena en Kompong Thom

< Anterior día 
Camboya 4: Kratie II (Koh Trong)
Siguiente día > 
Camboya 6: Kompong Phluk


0 comentarios:

Publicar un comentario